-Me dejaste de doler. Un día me desperté de golpe y ya no me dolía el pecho, después de haber llovido por dentro durante noches, aquella madrugada fue distinta. Me acordaba de vos pero ya no de la misma manera, al parecer es verdad eso que tanto dicen que el tiempo lo cura todo. Mi espejo ha sido testigo de tantas malas caras a causa del desamor, que ahora que por fin que sonrió no me reconoce, desconfía de mi, no sabe si es solo una época o si realmente he logrado cicatrizar y coserme la herida. No lo se ni yo, no me voy a engañar, pero ahora cuando pienso en vos las cosas las veo de otra manera, ya no deseo que vuelvas, solo que te desvanezcas y que seas muy feliz. No te deseo nada malo, desearte el malo seria como clavarme un puñal a mi misma, seria ir en contra de mi, de lo que un día sentí y de lo feliz que fui...Porque si, fui feliz, a pesar de todo lo malo. A veces pasa eso de dejar de sentir, las rupturas son ley de vida y acá estoy aprendiendo la lección.
Me dejaste de doler. Lo supe cuando pude soñar de corrido y soñé con algo que no eras vos. He desinfectado mis heridas, me he sacado a bailar y he desempolvado la sonrisa y acá estoy con los pies en el suelo y la cabeza alta. No fue fácil y nadie dijo que lo iba a ser, pero se puede, te lo digo yo que durante un tiempo largo fui una completa desconocida para mi misma. No era yo, no disfrutaba, no vivía. Yo, que tanto insisto en que hay que vivir sin quedarse con las ganas de nada. Fue entonces en que decidí que era ahora o nunca, que ya estaba bien, que ya nada iba a cambiar y aquel pensamiento fue el que termino de curarme del todo.
Me dejaste de doler, pero se que siempre seguirás ahí. Hay cicatrices que nunca desaparecen y lo mismo ocurre en el amor. Hay personas que aunque se deje de sentir por ellas, nunca se olvidan.
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