Recuerdalo siempre.
No lo voy a negar, últimamente me cuesta bastante escribir sin llorar, quizás le estoy agarrando pánico a enfrentar todo lo que llevo por dentro. Si queres escribo sobre el miedo, de esa sensación de estar continuamente cayendo, sin llegar a poder darte el golpe final con el que al menos podrás llorar sobre tu cuerpo herido.
Te quiero escribir sobre la oscuridad, de no querer encontrar la sombra del que quisieras que estuviera, pero ya se ha ido. De esa sensación de que ya no puedes, de que no llegas, de que los relojes siempre corren en tu contra y que las velas hace tiempo se apagaron con ráfagas de pulmón, pero no con sin deseos.
Si queres puedo escribir sobre el agotamiento, de buscar incansablemente una señal que te diga que estas en el camino correcto, que la beses porque el ahora es el momento y que le digas que lo amas porque mañana ya sera tarde.
Si queres te escribo sobre del dolor, del pecho asfixiado pidiendo orden y cordura, un poco de razón, un frenazo brusco. El corazón pidiendo a gritos convertirse en piedra, para al menos así no poder latir o no poder romperse en el siguiente olvido.
Si queres te vuelvo a escribir sobre alturas, vértigo y desastres, sabes que soy una experta. Que si digo ahorita que no te quiero, me da miedo que sea el eco de mi propia voz que me responde. Miedo de que vos te vayas, de que se vayan todos, de que no me sigan mas los pasos de baile.
Pero si queres también puedo escribir sobre lo que realmente es luchar, de dejarte la piel andando sobre alambre, de que no pasa nada si algún día no te reconoces en el espejo y al día siguiente tienes miedo de incendiarlo, cuando sientes que por fin esta queriendo volver a brillar la luz.
Si queres escribo sobre lo que es llorar el dolor hasta convertirlo en sequía, de que existe esa posibilidad de que la tristeza de una buena vez pronto se acabe. Quizás son días de punto y coma, de silencios, de mente en negro. Somos frágiles como una flor, como una bomba. Hechos de trozos, pedazos de carne desproporcionados, piezas inexactas, la vida poniéndonos otra vez a prueba. Pero a parte de todo, de la mierda y de ti, a veces podes asomarte a la ventana y exhalar el humo pensando que mañana sera otro día.
Llámalo resiliencia, resistencia, supervivencia, como quieras. Pero recuerdalo siempre, sos David contra Goliat .... Adivina quien gana.
Te quiero escribir sobre la oscuridad, de no querer encontrar la sombra del que quisieras que estuviera, pero ya se ha ido. De esa sensación de que ya no puedes, de que no llegas, de que los relojes siempre corren en tu contra y que las velas hace tiempo se apagaron con ráfagas de pulmón, pero no con sin deseos.
Si queres puedo escribir sobre el agotamiento, de buscar incansablemente una señal que te diga que estas en el camino correcto, que la beses porque el ahora es el momento y que le digas que lo amas porque mañana ya sera tarde.
Si queres te escribo sobre del dolor, del pecho asfixiado pidiendo orden y cordura, un poco de razón, un frenazo brusco. El corazón pidiendo a gritos convertirse en piedra, para al menos así no poder latir o no poder romperse en el siguiente olvido.
Si queres te vuelvo a escribir sobre alturas, vértigo y desastres, sabes que soy una experta. Que si digo ahorita que no te quiero, me da miedo que sea el eco de mi propia voz que me responde. Miedo de que vos te vayas, de que se vayan todos, de que no me sigan mas los pasos de baile.
Pero si queres también puedo escribir sobre lo que realmente es luchar, de dejarte la piel andando sobre alambre, de que no pasa nada si algún día no te reconoces en el espejo y al día siguiente tienes miedo de incendiarlo, cuando sientes que por fin esta queriendo volver a brillar la luz.
Si queres escribo sobre lo que es llorar el dolor hasta convertirlo en sequía, de que existe esa posibilidad de que la tristeza de una buena vez pronto se acabe. Quizás son días de punto y coma, de silencios, de mente en negro. Somos frágiles como una flor, como una bomba. Hechos de trozos, pedazos de carne desproporcionados, piezas inexactas, la vida poniéndonos otra vez a prueba. Pero a parte de todo, de la mierda y de ti, a veces podes asomarte a la ventana y exhalar el humo pensando que mañana sera otro día.
Llámalo resiliencia, resistencia, supervivencia, como quieras. Pero recuerdalo siempre, sos David contra Goliat .... Adivina quien gana.
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