Dejame curarte los Domingos.

¿Te hicieron mucho daño? ... Créeme, lo puedo comprender.
Se puede notar en la mirada que aun la cicatriz no cierra, que a veces no tenes la fuerza para seguir, como para enamorarte o como para confiar nuevamente en alguien aunque sea solo una vez mas. De verdad no te atreves y tenes miedo. Se me revuelve la vida al saber que no sos capaz de lanzarte y atravesar puertas blindadas ... ¿Tanto mal te hicieron? ... 
No se cuantas citarices bailaran por tu cuerpo pero bastante tiene con haber soportado lagrimas capaces de competir con las olas del océano. Hay personas que entienden al amor como un juego donde ellos ganan, hay besos a escondidas que se transforman en balas en las peores guerras, relaciones que terminan en naufragios y abrazos de mentiras que nunca terminan en la cama. 
Se nota que haz sufrido por dentro aunque quieras demostrar lo contrario. Aunque quieras parecer una persona dura de esas que no se enamoran, de las que no se amarran a nadie. No intentes esconderte porque el mal ya esta hecho. 
Se que no tenes ganas de apostar todo a una sola persona, que es complicado el dejarse llevar cuando alguien se atrevió a rompernos los esquemas, el querernos. Se que nos cierra la boca cuando hablamos de amor de mentiras, que ya no confiamos en nadie y que pensamos que somos esos muñecos que otros labios han decidido quemar. 
Yo también lo he pasado mal. Y como sobreviviente te digo que si algo se aprende es a temerle menos al amor de lo que piensas. Al menos de el se puede salir vivo, aunque no ileso. Que esto le llegue a los insensibles, a esos que piensan que los que se arriesgan salen perdiendo.
Estoy segura que sufriste tanto hasta quedarte sin voz, sin ganas, sin fe. Pero no pierdas las ganas de seguir amando, de seguir riendo, de seguir viajando con quienes realmente merecen la pena. 
Ahora te lo pregunto por ultima vez ... ¿Te hicieron mucho daño? 
Ven, déjame curarte los domingos. Que yo puedo quererte mucho y bien. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La muerte se enamoro de ella.

Abuela, como desearia que fueras eterna.

Miedo al vértigo.